lunes, 10 de marzo de 2008

Sweeney Todd: El barbero medio afinado de la calle Fleet

Okey, yo se que el rencor es malo... que la venganza sólo trae más venganza y toda la cháchara moralista típica. Pero tienen que reconocer que les encanta cuando alguien recibe el castigo que merece, especialmente si proviene de las manos del agraviado. Todo ese dolor, todo ese sufrimiento, al fin encuentra un desahogo cuando vemos al enemigo humillado, herido o incluso más que eso. Negar que es así es negar la naturaleza humana misma.

Es por eso que existen tantas obras clásicas de la literatura, el teatro y el cine que se barnizan a si mismas con los temas de la revancha. El Conde de Montecristo, Los Miserables, Kill Bill... todos celebrados ejemplos de las más dulces venganzas. Justicia por mano propia, a la que se une la última hija bastarda de Tim Burton, Sweeney Todd: El barbero demoníaco de la calle Fleet.

A estas alturas ya muchos saben que esta no es sino la adaptación de un famoso musical de Broadway, una de esas piezas de teatro cantado que son parte del acervo cultural de Nueva York, estilo Cats. La verdad es que vi las fotos de uno de los montajes y no tiene nada que envidiarle a la estética de Burton, y todo eso sin presupuestos multimillonarios de por medio. El detalle que puede hacer la diferencia para saber si la versión cinematográfica es digerible o no es estar consciente de que toda la película es CANTADA por sus protagonistas, justo como en el teatro.

En mi opinión este es uno de esos trabajos donde la labor de dirección hacen de la película una joya visual. No me refiero sólo a la estética dark emo propia de Burton, sino a la maravilla de docenas de tomas que secuestran al espectador hacia las calles de la muy transtitada Londres de la era victoriana. Un logro que demuestra la versatilidad en términos técnicos de un director que ha hecho de todo, y que es de los pocos que uno reconoce con sólo diez segundos de una película suya. Solo por esto vale la pena gastarse el importe de la entrada.

Las metamorfosis de Johnny Depp sorprenden a cada paso de su carrera. El vampírico barbero no luce sino espeluznante cada vez que ejecuta uno de sus crímenes. No canta mal, además. Sin embargo, todavía me estoy preguntando qué hizo pensar a la Academia que ésta actuación valía la nominación al Oscar. Hay muchos mejores ejemplos de lo que Depp sabe hacer, y personalmente opino que Daniel Day-Lewis no tenía mucha competencia este año, siendo el tremendo actor que es. Creo que el rol de Sweeney Todd no exige mucho de fondo. Un tipo lleno de ira con ganas de venganza y ya. No digo que lo hiciera mal, ojo. Por el contrario, fue una excelente interpretación, pero en mi libro tampoco se hubiera ganado la estatuilla.

Helena Bonham Carter se ve exactamente igual a su papel de Bellatrix LeStrange en la saga de Harry Potter, cosa que me asombró menos cuando vi una foto de ella sin maquillaje, y me di cuenta de que es igualita a ambos personajes en la vida real. También canta bastante bien, y en mi opinión su inclusión fue acertadísima, porque supo darle al rol el exquisito toque de "estoy fregada hasta el cuello pero igual me lo tripeo" que la caracteriza.

El resto del elenco, pues en los papeles que mejor los han acomodado en el pasado. Destaca Alan Rickman en su sempiterno papel de villano con voz de metatrón, especialmente cuando elogia junto a Sweeney los dones de las mujeres en un curioso arreglo vocal. También es muy relevante el corto tiempo que Sacha Baron Cohen está en escena, puesto que yo siempre pensé que su acento como Ali G era genuino, y aquí comprobé que no era así. Ingenuo, ¿eh? Su barbero italiano y déspota con ínfulas de realeza es un elemento colorido en un escenario plagado por los grises.

Creo que definitivamente es difícil que yo sea fan de la comedia musical. Han habido experimentos que me han gustado, como Moulin Rouge y la extraordinaria El Otro Lado De La Cama, pero la música de Sweeney Todd es demasiado densa, en exceso intensa para mi gusto. Confieso que fue agotador verla. No diré que no me gustó porque no es cierto, pero prepárense para un revoltillo de sentimientos y notas en pantalla cuando la vayan a ver. Y eso sí: las historias de venganzas justicieras sobran, pero pocas se echan desde Hollywood con el sabor a zarzuela que Burton le imprimió a esta película.

Mi puntuación: Tres estrellas y media de cinco.

Si te gustó esta película, ya debes haber visto Moulin Rouge de Baz Luhrmann, Chicago de Rob Marshall, y no puedes esperar para alquilar El Otro Lado De La Cama de Emilio Martínez Lázaro.

1 comentario:

xmsim dijo...

Destesto los musicales y este no es la excepción. Lo único que me dió fuerzas para soportar la retahila de temitas por dos horas fue la dirección de Tim Burton y la actuación de Johnny Depp y Helena Bonham Carter. Tenía que ver lo que hacian estos seres con un musicalito y definitivamente Tim me impresionó, sobre todo con la imagen la cuál me pareció impecable.
Cabe destacar que se me pudo haber escapado algún detalle por las veces que levanté la mirada al techo como símbolo del fastidio que me daba el pensar: "otra canción más".
Saludos Lex, como siempre muy acertada la crítica.